Erika Castilla es una diseñadora invadida por el color de las aguas de su Fuerteventura natal. Su trabajo, fresco y natural, convive ya en diferentes espacios de la isla majorera y auguramos que no tardará mucho en ver la luz en otros muchos.
Buenas tardes, Erika, y gracias por apuntarte a esta entrevista. Para quienes no te conocen: ¿quién es Erika Castilla?
¡¡Muchas gracias a ustedes!! Soy una majorera nacida en Puerto del Rosario en 1981, pero realmente crecí jugando en los charcos de la bahía de Corralejo. Hija de impresor y tipógrafo, siempre he estado unida al mundo de las artes gráficas, y mentiría si no dijera que me encanta. Soy diseñadora gráfica, pero lo que realmente me apasiona y más tiempo dedico es a la ilustración.
Remontémonos tiempo atrás. ¿Cuál es tu primer recuerdo esbozando en las doradas arenas majoreras?
Mi madre siempre me ha dicho que desde que pude coger un lápiz con mi mano empecé a dibujar; le asombraba que desde muy pequeña intentara reflejar perspectiva, lo cual es curioso, porque ahora la mayoría de mis dibujos no reflejan profundidad. Son planos.
Tu formación la realizas en la Escola Elisava. ¿Qué te hace emigrar y qué te aportó a título personal y profesional dicha formación?
Cuando terminé el instituto no sabía si estudiar bellas artes o irme a una rama más “comercial”, que para mí era el Diseño Gráfico, por eso que siempre se ha dicho que los artistas lo tienen muy difícil para poder llegar a vivir de su arte...
El diseño gráfico me parecía una salida que con suerte me posibilitaría vivir de mi creatividad. En un mundo donde es bastante complicado vivir del arte, elegí la opción que a mi parecer era la que más salida laboral tenía. Había viajado recientemente a Inglaterra y había alucinado con los flyers (sobre todo de discotecas y pubs) que me encontraba; eran auténticas obras de arte, tanto a nivel creativo como de acabado (tintas metalizadas, troquelados, barnices...).
Entonces me di cuenta de que tenía que salir fuera de mi entorno, irme a una ciudad grande, para poder vivir en primera persona todo lo que estaba ocurriendo ahí fuera.
Elegí Barcelona sin haberla pisado nunca, como buena isleña, la escogí porque tenía mar... La mejor elección que he hecho en mi vida. Me enamoré de la ciudad, y más si cabe del diseño y el arte. La elección de la escuela para mí tampoco fue complicada. Elisava era famosa por enseñar una línea de diseño limpio, centrado principalmente en la funcionalidad antes que en la forma.
Me sedujo la idea de que me enseñaran bien las normas, que me forzaran a aprender las reglas, su lema era un poco no temer al blanco, sino aprender a diseñarlo. No sé si fue el Dalai Lama quien decía: “Aprende las reglas para poder romperlas apropiadamente”. Esa era la filosofía de Elisava. La experiencia fue maravillosa a nivel académico y personal.
¿Y de vuelta a la isla? ¿Cómo seguiste con ese gusanillo creativo?
Volví a la isla prematuramente, mi crecimiento todavía necesitaba alimentarse más del exterior pero por motivos personales tuve que volver a Fuerteventura.
Mi familia tiene una imprenta, y empecé a trabajar en ella. Primero en diseño gráfico y pre-impresión, pero sobre todo consistía en preparar y revisar los archivos antes de pasarlos a plancha. No era una labor muy creativa y me frustré muchísimo.
Preferí aprender a hacer presupuestos que es lo que hice durante 8 años. Tomé la decisión de dejar el diseño y la ilustración para mis momentos de disfrute, y poco a poco me fueron saliendo encargos que hice como freelance en mi tiempo libre.
Momento de confesiones: soy de esos que entran a las librerías y se pueden quedar horas mirando las cosas y comprando cosas que no me hacen falta…. ¿Estoy tan mal?
¡¡Creo que somos muchos!! La papelería es algo que vuelve loca a mucha gente. De hecho, tuve el valor de lanzarme con mi proyecto basándome en la creencia de que existe más gente loca por la papelería a parte de mí. ¡¡Y no me equivoqué por suerte!!
Tu trabajo de ilustración se plasma en libretas, organizadores, toallas, carcasas de móvil…. ¿Cuándo visualizas el proyecto y cómo fueron sus primeros pasos?
La verdad es que todo empezó con un calendario que hice en la imprenta para obsequiar a los clientes en Navidad... Un año ya había hecho uno con fotografías de la isla que encargué a un fotógrafo pero me apetecía hacer un calendario 100% ilustrado.
Escogí una temática y me puse a dibujar. El resultado fue súper atrevido, pensaba que quizás demasiado para nuestra clientela, pero seguí adelante y gustó tanto que a partir de entonces cada año desde 2010 hago un calendario para los clientes, y ellos lo esperan impacientes. Cada calendario son muchas horas de trabajo, pero son ilustraciones que he podido aplicar años después a diferentes productos...
Comencé lanzando mi primera colección de libretas y vendiéndolas en tiendas, fue a raíz de tener la tienda física, que me he lanzado a aplicar mis diseños a otros artículos como postales, ropa, carcasas de móviles, toallas, bikinis, tazas etc... y más cositas que tengo en mente.
Conozco tu trabajo en un paseo por las siempre relajantes calles de Corralejo. En medio de la calle principal: un espacio que enamora: Mojo Art Shop. ¿Cómo surge la idea de abrir tienda física?
Realmente surge porque era una bomba de relojería a punto de estallar en mi interior. Ya había autoeditado mi primera colección de libretas en 2011, soñaba con poder continuar haciéndolo con nuevas ilustraciones, pero con la garantía de que iba a poder exponerlas a mi manera y así lograr venderlas a buen ritmo, para eso necesitaba mi propio espacio.
Cuando tienes una ilusión muy grande puedes dormirla un tiempo, pero tarde o temprano se vuelve a despertar, una y otra vez. No paraba de repetirme que es mejor arrepentirse de lo que uno ha hecho, que de lo que no ha hecho y di un salto al vacío. Porque si bien mis libretas se vendían bastante bien en los puntos de venta donde las tenía, abrir una tienda entera con el 90% de cosas mías era poner toda la carne en el asador. Para mí fue lo más parecido a desnudarse en público en mitad de la calle: ¡¡muy intenso!!
¿Y qué podemos encontrar en ella?
Pues Mojo Art Shop es como una criaturilla que está creciendo y evolucionando. Ahora mismo encuentras mi papelería (bloc de notas, organizadores semanales, libretas, calendarios, agendas, postales), láminas y posters para decorar la casa, tazas, bolsos de algodón, camisetas, bodies de bebés, toallas de playa y bikinis con mis estampados... Cositas para regalar a los demás o a uno mismo.
También tengo cositas de diseño que traigo de otros lados... artículos que no se encuentran en las grandes superficies, pero que son muy especiales y bonitos... He apostado también por algunos artesanos de la isla cuyas creaciones van en sintonía con mi estilo y diseños.
Pero además, estás presente en muchos más espacios. ¿Cómo está siendo el proceso de expansión del negocio?
El proceso de expansión fuera de la isla tenemos que estudiarlo bien porque mis artículos, al estar pensados como recuerdo de la visita a la isla, siempre tienen la palabra “Fuerteventura”, nunca en gran tamaño, pero sí es cierto que es un factor limitante. A raíz de algunas peticiones de tiendas en Lanzarote y Gran Canaria me estoy haciendo nuevos planteamientos.
Corralejo es un punto de encuentro de turismo internacional. ¿Dónde tienes constancia que hay un “Erika Castilla” viviendo ahora?
¡¡Es alucinante!! Por ejemplo, sé que mis diseños ahora mismo decoran una pared de una cafetería en el norte de Francia, y muchísimos rinconcitos de casas y habitaciones de niños en Alemania, Inglaterra, Italia, República Checa, Francia, y por supuesto toda Canarias y la península...
Hablemos del proceso. ¿Cómo defines qué hacer y en qué soportes los harás?
Todo depende de la técnica de impresión. Siendo hija de impresor he tenido la oportunidad de aprender las posibilidades y limitaciones de la imprenta, así que me siento muy cómoda trabajando todo lo referente a papelería. Cuando hablamos de otros soportes es otro cantar.
Desde el momento en que se me ocurre una idea, hasta que consigo dar con la técnica de impresión y el proveedor pueden pasar meses, sobre todo porque intento buscar proveedores geográficamente cercanos.
También hay cosas que me encantaría hacer, pero si el resultado no me convence desisto. En definitiva, apunto en una libretita todas las ideas que se me ocurren y si encuentro proveedor y el resultado es bueno, las llevo a término.
¿Y la producción? ¿La haces aquí en las islas?
Sí, para mí es importante intentar que dentro de lo posible mi dinero se quede en la isla. Ayudar a general empleo, apoyar la industria local, las empresas locales... Si no hay maquinaria que pueda hacer mis cosas aquí, pues busco en otras islas, y si no lo encuentro en Canarias, busco en península, pero me quedo en España. E Cataluña se usa la expresión “fer país”, que significa “hacer país”, es decir ayudar a los tuyos, barrer para casa.
Mantener una empresa en una isla, con todo lo que supone el estar “aislado” no es fácil. Soy muy consciente de ello y aplaudo a todas las empresas canarias que siguen en pie aun cuando se las hace competir con empresas gigantes de la península o extranjero.
Fabricando en mi isla mis productos nunca podrán competir en precio con las marcas que fabrican en China, o en empresas gigantes que están a miles y miles de kilómetros pero hace tiempo aprendí que el dinero no sólo tiene un valor económico, sino que bien utilizado, tiene un importante valor social.
¿Es Canarias es un sitio idóneo para el desarrollo creativo?
Canarias es un lugar con una energía muy potente, los paisajes son extremos, transmiten mucha fuerza y al mismo tiempo es muy fácil encontrar paz y silencio. Hay muchos artistas y creativos extranjeros que han encontrado aquí su lugar para vivir; por algo será...
¿Qué es la inspiración?
Es la mejor visita que puede llamar a tu puerta, y cuando entre, intenta que se quede el mayor tiempo posible porque sin duda, disfrutarás de su compañía.
¿Cómo definirías tu propio trabajo? ¿Se puede vivir de él en Canarias?
Es apasionante. Creo que todo el que se puede dedicar a esto es súper afortunado. Opino que en España en general es más complicado que en otros países vivir del diseño gráfico o la ilustración.
Por desgracia todo lo relacionado con el arte tiene un papel muy secundario en este país y cuando las cosas no son importantes para los de arriba, eso se traduce en la ausencia de industria y tejido empresarial específico, y por lo tanto, en ausencia de puestos de trabajo.
La fuga de cerebros no sólo se da en ciencia y tecnología, hay muchos ilustradores y animadores que se van a otros países, incluso cruzan el Atlántico porque allí sí hay industria que demande profesionales. En Canarias, te diría que como diseñador gráfico es mucho más fácil ganarse la vida que como ilustrador.
Directo al test rápido: ¿Ilustradora o diseñadora?
Ilustradora, que me divierte mil veces más.
Tres referentes en tu ámbito: internacional, nacional y de las islas.
¡¡Uff hay tantos ilustradores maravillosos que me cuesta elegir!! Pero referentes desde mis inicios para mí serían: Catalina Estrada (Colombia), Genevève Gauckler (Francia), lo siento te he dicho dos internacionales.
Españoles admiro enormemente a Nicolás Aznárez, pero realmente admiro a tantos, hay tanto talento...
Canarios confieso que no tengo ningún referente aunque reconozco que hace mucho tiempo que no dedico un ratito a deleitarme en blogs y webs de diseño e ilustración. Estoy bastante desactualizada.
Un color y por qué. No sé si prohibirte el turquesa jajajaja.
El turquesa porque me refresca la mente, y el amarillo indio porque me calienta el corazón... Sol y mar...
¿Tintas planas o a todo color?
A todo color.
¿Qué proyectos tienes a corto plazo?
Quiero ver mis ilustraciones en nuevos soportes que todavía no puedo desvelar y también tengo nuevas ilustraciones en ciernes.
¿Banda sonora para trabajar?
La música es mi oxígeno mientras dibujo. No podría elegir un sólo grupo pero resumo con música independiente en la línea de Devendra Banhart y Alex Turner.
¿Y al final del curro?
La misma; aunque a veces me gusta escuchar música de los 80-90 como Loquillo, Seguridad Social, Mano Negra, Manu Chao, Los Rodríguez... Soy un poco nostálgica.
¿Alguna manía?
No llevo muy bien que alguien vea un dibujo mío a medio hacer.
Un defecto tuyo que deberías corregir es….
Soy un poco cruel conmigo misma, tengo que aprender a no boicotearme.
¿Algo más que añadir antes de que se nos acabe el tiempo?
¡¡¡Muchísimas gracias por pensar en mí!!!
Pues muchísimas gracias por tu tiempo. Mucha suerte y… Nos vemos en la andadura.